Sensibilización en el uso de productos fitosanitarios

En el marco del Programa de Agronegocios de la FAUBA se llevó a cabo el seminario “Sensibilización en el uso de productos fitosanitarios” como uno de los objetivos centrales del CASAFE. El seminario fue presentado por el Ing. Agr. Pablo José Méndez, el cual tuvo como objetivos centrales conocer el uso responsable de fitosanitarios como un aliado para atender los desafíos mundiales, y la importancia de la aplicación de las buenas prácticas agrícolas (BPA) en la producción de alimentos, como una manera de eficientizar el uso responsable y sustentable de los recursos naturales, contribuyendo con la seguridad alimentaria mundial.

*Por Yeltsin Abel Alvarez Robledo (alumno de Maestría en Agronegocios 1er Año).

El día 1 de septiembre de 2022 Pablo José Méndez, Ingeniero Agrónomo y Posgrado en Agronegocios y Alimentos FAUBA, presentó acerca del programa de Sensibilización en el uso de productos fitosanitarios de CASAFE. El Ing. Méndez es representante de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), entidad que promueve la agricultura sostenible que equilibre la productividad, cuidado del medio ambiente y desarrollo integral de la sociedad. CASAFE busca concientizar en la gestión responsable de los productos fitosanitarios a través de capacitaciones, certificaciones, y mediante su comunidad virtual. El público objetivo son empresas que investigan, fabrican y distribuyen los productos fitosanitarios en las diferentes zonas del país, llegando a poco más del 70% del mercado de fitosanitarios en Argentina.

El especialista inicia la presentación definiendo las diferencias entre conocimiento e información, considerando que el conocimiento está avalado por el método científico, análisis y estudio de caso, y la información es meramente comunicar cosas a través de algún medio de comunicación hechos que vienen suscitándose, dando a conocer desarrollos de investigaciones que aún no están del todo avaladas. Además, definió el concepto de productos fitosanitarios “como sustancias o mezclas de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de productos agrícolas y sus derivados”. Los mismos que pueden ser naturales, de síntesis química y biológicos; utilizados ya sea para el control de malezas, insectos y enfermedades, los mismos tienen distintos niveles de peligrosidad en función de la toxicidad, la cual está indicada en cada producto por una banda de color que van desde el rojo, amarillo, azul y verde desde el más toxico al menos tóxico. La toxicidad es definida como la “capacidad de una sustancia de generar daños en un ser vivo ya sea por vía respiratoria o dérmica, se mide a través de la dosis letal media DL50.

El Ing. Méndez también hizo mención sobre la gestión de los fitosanitarios, indicando que implica una serie de procesos que van desde la investigación y desarrollo, manufactura, almacenamiento y transporte, integración con el plan de manejo de cultivos, uso responsable de los fitosanitarios, manejo de envases hasta la disposición de los stocks obsoletos. Comentó sobre las etapas de desarrollo de un producto fitosanitario, que para obtener un producto en el mercado tiene que probar con unas 159 mil moléculas, en todo ese proceso hay una inversión de 286 millones de dólares y un tiempo aproximado de más de 11 años; en donde se estudia la seguridad ambiental, la seguridad toxicológica y la eficacia agronómica, se desarrollan una serie de estudios, investigaciones hasta determinar que ese producto será lanzado al mercado puede ser utilizado.

Se trató también el tema relacionado con el riesgo químico, lo que constituye la probabilidad de que una sustancia produzca un daño en condiciones específicas de su uso y manejo. En síntesis, sería Riesgo = Toxicidad x Exposición.

Pablo Méndez hace referencia a las buenas prácticas agrícolas (BPA) como la utilización del conocimiento disponible para producir de manera sostenible, preservando los recursos naturales. Uno de los objetivos de las BPA es promover la seguridad de las personas y los animales, mejorar las condiciones de los trabajadores, garantizar el bienestar de la familia agrícola, además promover el cuidado del ambiente y la biodiversidad, el uso racional y eficiente del agua, uso y manejo sostenible del suelo, uso responsable de fitosanitarios y fertilizantes, asimismo promover la inocuidad y seguridad alimentaria, produciendo alimentos más nutritivos, seguros y accesibles.

En los últimos años la producción agrícola enfrenta un gran desafío que es el acelerado crecimiento poblacional y la reducción de áreas agrícolas; para el año 2012 la población mundial era 7000 millones de personas, y se estima que para el 2030 serán unos 9000 millones de personas y para el 2100 estarían superando los 10000 millones de personas. Según la FAO cada minuto nacen 120 personas en el mundo, cada semana habrá 1.2 millones de personas más en el mundo.

La agricultura tiene un desafío enorme de producir mayor cantidad de alimentos en menos tierras, reduciendo la huella de carbono, incorporando nuevas tecnologías cada vez más eficientes, permitiendo mejorar la productividad agrícola de forma sostenible para satisfacer la demanda creciente. Las tecnologías, fertilizantes, fitosanitarios y la biotecnología han jugado un papel preponderante en el incremento de los niveles de productividad en los cultivos, principalmente en los 5 cultivos primordiales que hacen la dieta alimenticia como es (arroz, maíz, trigo, legumbres, papa).

Por otro lado, enfrentar el desafío del cambio climático que viene generando cambios tan notorios en distintos agroecosistemas por causa del calentamiento global, produciendo sequias, inundaciones; esto trae consigo la aparición de plagas (insectos, enfermedades y malezas) cada vez más resistentes, pérdida de fertilidad de los suelos, desaparición de especies. Lo que amerita realizar una autoevaluación como productores, profesionales vinculados con el agro: ¿Hacemos las cosas bien? ¿Identificamos lo que no hacemos bien? “A veces cambiar la forma en que hacemos las cosas es lo más difícil, pero debemos de tomar conciencia que esta tierra que heredamos de nuestros ancestros debemos conservarla para dejarle como herencia a nuestros hijos, nietos, una tierra fértil llena de vida; para alcanzar eso, es necesario implementar las BPA” indicó el Ing. Méndez.

Finalmente, el especialista llega a la conclusión que la capacitación es imprescindible para la aplicación de alguna nueva técnica y la utilización de tecnologías; además se puede decir que los productos por si solos no causan daño, sino son las formas de utilizar las que producen el daño. En este marco, el objetivo de las buenas prácticas agrícolas es la disminución del nivel de exposición a los productos fitosanitarios, y por ende, el riesgo de contaminación ya sea del medio ambiente y del productor que está ligado a la producción de alimentos.

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