La semana pasada desde el Programa de Agronegocios de la FAUBA, recibimos con mucho entusiasmo la noticia de que la Unión Europea pagará un plus a los productores que tengan el sello Agricultura Sustentable Certificada (ASC) de AAPRESID. La satisfacción se basa en múltiples elementos conceptuales que discutimos en nuestras aulas, sumado al orgullo especial de las personas que están detrás de este logro estratégico.
A fines de entender un poco más el significado de la noticia, hablamos con Tomás Mata, actual Gerente Sustentabilidad y Certificaciones Agropecuarias de AAPRESID (ex alumno del Posgrado de Agronegocios FAUBA) y con Santiago Lorenzatti, ex miembro del staff de AAPRESID y Magister en Agronegocios, quien se gradúo con una tesis que versa sobre el tema.
Esta semana llegó la noticia de que la UE pagará un plus para los productores que tengan el sello ASC de AAPRESID. ¿Qué implica concretamente este beneficio?
TM: Este beneficio implica el inicio de un camino de valorización de la certificación ASC. Se trata de un sistema de créditos (también podrían llamarse bonos) para el cultivo de soja certificada. Cada productor tendrá 1 crédito por tonelada de grano producida y declarada a ASC. Esas toneladas producidas se calculan en base a las hectáreas de soja que el productor produce por rendimientos promedio de la zona en la que opera. El crédito es comprado por demandantes europeos que necesitan garantizar su cadena de suministro «responsable». El crédito es distinto a la mercadería física, es decir, el productor puede entregar sus granos a un comprador determinado y tener un beneficio por un crédito de soja sustentable.
El sistema de créditos es una alternativa a la entrega mercadería física dado que, por las distintas transformaciones que tiene la soja, trazar esa operación es complejo y por ahora costoso.
¿Qué países y/o que cadenas de valor traccionan este plus valor y cómo es el beneficio para los productores?
TM: La demanda es traccionada por Unión Europea principalmente, pero no excluyentemente. La UE actúa como faro para otros países que van andando el camino de compras responsables o sustentables.
Actualmente, las cadenas de valor que demandan son en su mayoría compradores de harina de soja para animales que terminan en una góndola del canal retail (supermercados). Dentro de esa cadena de compra responsable, AAPRESID entró hace unos años con su estándar de Agricultura Sustentable Certificada lo que les da la posibilidad de acceder a éste beneficio.
Cada productor contará con el beneficio por estar certificado, en principio para soja, pero se está trabajando en otros cultivos entendiendo que ASC es una certificación que abarca a todo el establecimiento y todos los productos que salgan de la tranquera tienen el sello de calidad que brindamos.
Santiago, ¿Cómo nace la idea de desarrollar tu tesis de maestría y como fue el proceso de bajada de esos estudios en AAPRESID como organización?
SL: La idea de certificar la siembra directa surge, creo yo, en los diferentes congresos de AAPRESID. Lo que veíamos, ya sea por disertantes internacionales como locales, era que la siembra directa generaba beneficios ambientales que excedían al productor y que tenían que ver con mejorar la calidad del aire, del suelo, del agua, que eran externalidades positivas. Entonces cuando hice la maestría y cursé la materia “Calidad”, encontré en los sistemas de gestión de calidad, la forma de poder poner en valor la mejora ambiental a partir de la implementación de siembra directa. Buscaba que, a su vez, sea una herramienta que le sirva al productor para poder gestionar mejor sus sistemas productivos.
Simultáneamente, en AAPRESID estábamos implementando normas ISO 9001, yo estaba trabajando en el staff, por lo tanto, fue fácil cuando conté la idea que se interprete justamente a qué nos referíamos. En ese momento no era muy común hablar de normas de calidad en el agro, pero estábamos implementando ISO en la gestión de AAPRESID, así que la idea rápidamente fue bien entendida y aceptada.
A la luz de los años que pasaron desde que la tesis vio la luz, hasta las noticias que recibimos la semana pasada ¿qué reflexiones te generan?
SL: Lo que se me genera a partir de esta diferenciación que logró ASC en Europa es que justamente estos beneficios ambientales que la siembra directa brinda, empiezan a ser reconocidos a nivel mundial y empiezan a ser valorados por el consumidor final que en definitiva es lo que interesa. Es un gran estímulo que esto se haya logrado ya que justamente pone en evidencia la importancia de la agricultura Argentina como una agricultura diferente, que implementa buenas prácticas y que tiene indicadores de gestión que avalan a las mismas.
¿Cómo imaginás que podría evolucionar el tema de agricultura certificada en función de los cambios de tendencias globales de consumo?
SL: En el futuro creo que esta tendencia de diferenciación a partir, en este caso, de una gestión ambiental responsable, va a continuar. Hoy es un diferencial que permite acceder tal vez a un sobreprecio, pero creo que a futuro va a ser una necesidad ineludible para ingresar a determinados mercados. Tenemos que seguir trabajando en diferenciarnos a partir de estos atributos en la gestión de procesos.
Tomás, ¿Quisieras agregar algo más?
TM: Sí. El Posgrado de Agronegocios y todo lo que ustedes inculcan sirve mucho para trabajar en estas cadenas que son modelo de negocios totalmente innovadores, nuevos y disruptivos, que no los teníamos en nuestro radar hace un tiempo y que de a poco van ganando más espacio. Además, entender los sistemas de agronegocios de Argentina es muy útil y, en mi caso, fue fundamental el posgrado.
¡Felicitaciones Tomás, Santiago y a los amigos de AAPRESID por este logro!