“El sistema de agronegocios apícola en la Argentina: el SITA un modelo a imitar”

En el marco de la Maestría en Agronegocios de la FAUBA se llevó adelante el seminario sobre “La cadena apícola Argentina”. Con la participación de Mercedes Nimo es Ingeniera Agrónoma por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Especialista en Agronegocios y Alimentos (UBA). Fue Subsecretaria de Alimentos, Directora Nacional de Alimentos del MAGYP y Directora Ejecutiva de Copal. Cuenta con más de 20 años dedicados al análisis de los sistemas de agronegocios y alimentos, con foco en el sistema apícola. Durante la exposición la Ing. Nimo resaltó los cambios en la demanda de alimentos y los desafíos que tienen actualmente los actores del sistema de agronegocios apícola. Puntualizó la innovación institucional, organizacional y tecnológica del SITA, Sistema Integrado de Trazabilidad Apícola como punto de apalancamiento sistémico hacia una mayor competitividad en el mercado internacional de miel.

Autor: Federico Wolpers (alumno de Maestría en Agronegocios)

 

En un contexto global donde los sistemas alimentarios sostenibles se expanden, se impone la tendencia de los consumidores que exigen de los alimentos nuevas especificaciones. Para entenderlo, la Ing. Agrónoma Mercedes Nimo nos presenta el concepto “alimentos sostenibles”. Los alimentos hoy no se definen sólo como la satisfacción de una necesidad básica nutricional, sino que se buscan a los beneficios propios que cada uno de ellos puede aportar a nuestro bienestar y cuidado de salud. Además de ser producidos con conciencia ambiental, y sin resignar por ello el deleite, sabor. En sus palabras “hoy el alimento representa mucho más que la nutrición o que sea seguro para nuestra salud. Buscamos el vínculo con la salud, el vínculo con el ambiente, pero también con el concepto del deleite, que el producto nos ayuda a sentirnos mejor nos da bien estar”. Por todo, es necesario pensar a los alimentos como una integralidad de estos componentes.

 

La irrupción de la pandemia produjo grandes efectos en la evolución de esta tendencia. Por un lado, profundizó la vinculación de los alimentos con el bienestar y el cuidado de la salud. Y por otro, aumentó los requerimientos de trazabilidad que solicitan los actores económicos para importar los productos. En este sentido, nos aclara que hace más de una década los importadores, y en especial las grandes cadenas de supermercados, son quienes fijan las pautas en todo lo relacionado con inocuidad, calidad, y aspectos sociales y ambientales.

 

Entrando en la apicultura nos cuenta que la ONU estableció al 20 de mayo como el día mundial de las abejas. El rol fundamental que este insecto juega en la polinización, y de esta manera en el sostenimiento de la biodiversidad y en la producción de alimentos, hace que sea imprescindible trabajar en la concientización de su cuidado y preservación. La abeja es una especie que se encuentra amenazada por grandes mortandades, aún de origen desconocido.

 

La producción de miel argentina se destaca por su alta calidad y reconocimiento en los mercados mundiales. El sistema de agronegocios apícola cuenta con 20.000 productores, y con más 2.600.000 colmenas. Se ubica en el tercer lugar como productor mundial y en el segundo como exportador. Destinando el 95% de su producción a más de 40 destinos globales, de la cual el 99% es a granel. También se destinan a la exportación, polen, propóleos, cera y material vivo. En este último se destaca el trabajo de los técnicos del INTA en el desarrollo genético de las abejas.

 

Por sus características (extensión y simpleza) el sistema de agronegocios apícola argentino ha sido históricamente seleccionado para llevar adelante pruebas de mejoras. En este sentido, fue el primer sistema de alimentos nacional en contar con un manual BPM, con un registro nacional de productores, con mesas de competitividad bajo el concepto de cadena de valor y con formulación de documentos de planes estratégicos. Además se destaca el gran desarrollo y fortaleza del ambiente institucional y tecnológico.

 

Frente a la demanda internacional cada vez más exigente por cuestiones de seguridad alimentaria y que el sistema de agronegocios de la miel en la Argentina se mostró permeable a las innovaciones se generó un diseño superador que permitió profundizar un modelo orientado al cliente. Así se creó el Sistema Integrado de Trazabilidad Apícola (SITA), apalancado en la modernización digital, permitiendo simplificar los trámites de registro de origen y calidad, y vincular a los actores estatales, logrando así una comunicación efectiva. Es un sistema íntegramente gestionado por el productor.

 

Para ello los apicultores hicieron capacitaciones a lo largo de todo el país por más de dos años. La base del sistema radica en la etiqueta inteligente que se le asigna a cada tambor, lo cual asegura la trazabilidad total de la miel de cada producción. A su vez, de esta manera, posibilita vender en mercados exigentes y solucionar rápidamente problemas de alertas sanitarias. Sumado a ello, promueve la diferenciación, el agregado de valor intangible que da la trazabilidad total desde el origen.

 

Otro punto a destacar es el impulso al asociativismo que trajo la producción e implementación del sistema. Según Mercedes, el trabajo conjunto para lograr desarrollar el SITA les demostró a los productores la importancia y bondades de estar involucrados en proyectos colectivos, bajo estándares regulados y formalizados. A su vez, los condujo a interactuar y compartir experiencias que fortalecieron los lazos.

 

Además, (e históricamente) las salas de extracción jugaron un rol importante a la hora de reunir productores, entre otras cosas por la inversión que significan y los requisitos que deben cumplir. La novedad e impulso que trajo el SITA fue que frente a un incidente se puede identificar la producción que tuvo el inconveniente, despejando de esta manera posibles dudas y conflictos o confiscación de partidas generales. A todo ello se le suman las ventajas que aporta comercializar juntos, con un sistema que permite a los productores exportar directamente, si así lo quisieran.

 

Por último, Mercedes resalta la estrategia de commodity de alta calidad que tiene hoy la miel argentina en un mundo que tiende a cerrar sus fronteras. Y nos muestra las oportunidades que tiene el país en el desarrollo de mieles distintas, diferenciadas, a partir de los atributos específicos que le brinda cada región de nuestro extenso y diverso país.