En el marco del Programa de Agronegocios de la FAUBA, se llevó adelante el seminario sobre “Finanzas Verdes” basada en la tesis de magister presentada por el Ing. Mg. Raffi Karamanukián, líder de la tarjeta Procampo del Banco Provincia de Buenos Aires. En el transcurso de la jornada se desarrolló el dilema empresarial que, en nuestro país, aun no encuentra el vehículo para el nuevo paradigma de las finanzas sostenibles. La pregunta qué motivó a Raffi para desarrollar el tema de su tesis fue: ¿Hasta cuándo los bancos continuaran financiando a las empresas o proyectos que no aplican estrategias u objetivos social y ambientalmente responsables?
*Por Ramiro Agustín Saluppo
Alex Raffi Karamanukian, líder de la tarjeta Procampo del Banco Provincia y recientemente Magíster UBA Área Agronegocios, propuso reflexionar sobre los siguientes temas: el dilema que enfrenta la humanidad de producir más alimentos pero de forma sustentable, la coordinación entre los agentes del sistema de agronegocios para garantizar la transición entre la forma de financiar y producir actual y una futura –con modelos amigables con el medio ambiente y la sociedad– y por último, comprender cuáles son los incentivos, bonificaciones y sanciones –de acuerdo con los objetivos de cada banco o la banca en general en la Argentina– para otorgar financiamiento a proyectos “responsables y verdes”. El concepto de finanzas sostenibles es un término amplio que abarca desde el uso responsable de resmas de papel hasta tasas diferenciales y bonos verdes.
Raffi comenzó su presentación exhibiendo imágenes de diferentes establecimientos del sector primario de la economía que llevan adelante malas prácticas ligadas a aspectos de sustentabilidad ambiental. Y esto tiene relevancia a partir de informes sobre la evolución del cambio climático. Según la investigación presentada: “el impacto del cambio climático podría arrojar a cien millones de habitantes a la pobreza”. Además, el cuarto informe de Evaluación del Cambio Climático del IPCC muestra que tal cambio se ha originado principalmente en las actividades antrópicas, entre ellas podemos mencionar: la emisión de Gases Efecto Invernadero y los cambios en el uso del suelo.
En este marco, el Parlamento Europeo reguló –con la resolución A8-0164/2018– la forma de asignar recursos financieros teniendo en cuenta el principio de sostenibilidad ambiental. En Brasil, México y Colombia ya existen productos destinados al crédito de proyectos sustentables. Para el expositor, las finanzas sostenibles suponen una transformación profunda del sistema financiero, sobre todo ante la necesidad de establecer criterios de finanzas verdes. Sin embargo, mayormente el sistema bancario argentino se focaliza en el análisis de riesgo crediticio sin tener en cuenta las cuestiones referidas a la sustentabilidad ambiental, es decir, los bancos solo se interesan por la capacidad de repago del crédito. Mientras tanto, en los países mencionados anteriormente se puede encontrar el sistema SARAS –Sistema de Administración de Riesgo Ambientales y Sociales– que no solo tienen en cuenta la capacidad de repago de las empresas.
En el año 2019 se firma en Argentina un protocolo de Finanzas Sostenibles con la presencia de 18 bancos y la fundación Vida Silvestre, pero sin la presencia del Banco Central. El protocolo de Finanzas Sostenibles sostiene los siguientes principios: desarrollar políticas internas de sostenibilidad, crear productos y servicios para financiar proyectos de bajo impacto ambiental y socialmente positivo, optimizar los sistemas de análisis de riesgo con foco ambiental y social, y por último, promover una cultura de sostenibilidad. El especialista mencionó que entre los productos y servicios destinados a proyectos de bajo impacto ambiental y socialmente positivos se pueden encontrar los bonos verdes, líneas de inversión subsidiadas, etc., pero actualmente no tienen peso relevante en el porfolio de productos financieros para las empresas agropecuarias.
A partir de la investigación realizada por el Ing. Karamanukián se observa varios bancos han creado gerencias o unidades con el objetivo de implementar lo comprometido en el protocolo de finanzas sostenibles. En otro orden, al consultarle a los empresarios de los agronegocios de la Argentina sobre la temática, 80% no observa cambios y consideran que los bancos únicamente hacen hincapié en comprender el negocio, la capacidad de crear valor económico y la capacidad de repago. En ambos grupos se pudo observar como limitante para aplicar el protocolo de finanzas sostenibles la inestabilidad macroeconómica, y también mencionaron la falta de acuerdo público-privado, costo de financiamiento, carga tributaria, burocracia, monitoreo y control de los proyectos sustentables.
El expositor también mencionó que para el monitoreo y control de proyectos sustentables en el ámbito de los agronegocios será necesaria la participación de organismos certificadores. Por otro lado, la participación activa del Banco Central de la República Argentina es necesaria para el desarrollo y regulación de normas para el financiamiento de proyectos sustentables con la colaboración de los bancos comerciales. Finalmente, para implementar iniciativas ecológicas es importante contar con “fuentes de financiamiento especiales” –los productos y servicios verdes requieren condiciones crediticias especiales y/o asistencia técnica– promovidas por el Estado a través del Banco Central.
Finalizando el seminario se pudo concluir que las empresas agroalimentarias deberán adaptarse a este nuevo paradigma de la responsabilidad social y ambiental. La adecuación a los protocolos de finanzas sostenibles deberá ser con acciones propias o con la regulación del Estado para poder continuar ofreciendo propuestas de valor diferenciales y competitivas –alineadas a los deseos y necesidades de los consumidores– de forma rentable y sostenible en el largo plazo.
*Licenciado en Administración de Empresas y actual alumno de la Maestría en Agronegocios de la UBA